“ Más de la mitad de los niños con autismo –y posiblemente hasta cuatro de cada cinco– tienen uno o más problemas crónicos de sueño ” .
— El autismo habla
Una gran mayoría de niños con TEA y TDAH tienen problemas para dormir [ 1, 2]. Autism Speaks informa que “ más de la mitad de los niños con autismo, y posiblemente hasta cuatro de cada cinco, tienen uno o más problemas crónicos del sueño” [3 ]. Estos pueden incluir dificultad para conciliar el sueño, despertarse en mitad de la noche, dormir solo unas pocas horas por noche o una combinación de los tres. Los estudios demuestran que la falta de sueño puede causar malos comportamientos diurnos, aumentar los síntomas centrales del TEA y el TDAH [ 2 ], causar efectos adversos en la interacción social y el rendimiento académico, así como afectar el bienestar de los cuidadores [ 1 ].
Si bien la causa raíz de los problemas de sueño en el autismo no siempre es fácil de descubrir, algunos problemas comunes incluyen el trastorno del procesamiento sensorial (la sensibilidad al tacto parece tener la correlación más fuerte) [ 4 ] y problemas gastrointestinales (GI). Según un estudio, se ha descubierto que los niños con TEA y síntomas GI presentan una mayor prevalencia de trastornos del sueño en comparación con sus compañeros con un desarrollo normal sin síntomas GI [ 5].
Una rutina nocturna es fundamental para la salud del sueño, e implementar un horario nocturno constante puede ser muy útil para regular el sueño y el ritmo circadiano. Es importante tener en cuenta que, si los problemas de sueño de su hijo se deben a problemas gastrointestinales, es fundamental solucionarlos antes de que pueda afectar significativamente su sueño. Algunos buenos puntos de partida serían la detección de sobrecrecimiento de levaduras o disbiosis, la evaluación de sensibilidades alimentarias o la detección de anomalías metabólicas. Las deficiencias de vitaminas y minerales (como la vitamina D [ 6 ]) también pueden influir en la calidad del sueño.
A continuación encontrará 10 ideas para ayudar de forma natural a regular el sueño de su hijo con problemas de sueño, ¡y ayudarle a usted también a conciliar el sueño!
1. Establezca un horario para la hora de acostarse
Establecer una rutina nocturna en la que su hijo esté preparado para ir a dormir le ayudará a relajarse y prepararse para dormir. Muchos estudios demuestran que implementar una rutina ayuda a preparar al niño mentalmente para la hora de dormir y también a regular su ritmo circadiano. A continuación, se muestra un ejemplo de horario para que se haga una idea de un régimen nocturno:
6:30 pm: terminar toda la tarea
7:30 pm: todas las pantallas se apagan y las luces se atenúan
8:00 pm: cenar en familia
8:30 pm: baño con sales
21:00 pm: pijama, cepillarse los dientes, ir al baño
21:30 pm: acostarse, hora del cuento y otras acciones que ayuden a su hijo a relajarse
22 pm: luces apagadas
2. Atenúa las luces y apaga las pantallas
Simplemente atenuar las luces a la mitad del brillo puede ayudar a indicarle al cerebro que es hora de dormir. Las luces intensas y las pantallas brillantes le indican al cerebro que se despierte y se prepare. Al establecer una hora cada noche para apagar las pantallas y bajar las luces, estás preparando a su cerebro para que se apague y se prepare para dormir.
3. Tome un baño de sales de Epsom todas las noches
Los baños con sales y aceites esenciales pueden ser una forma muy relajante de terminar el día. Para muchos niños, esto prepara su cuerpo para dormir y les ayuda a calmar la sobrecarga sensorial del día. Además, les da un descanso a la mente después de estar todo el día frente a una pantalla. Puedes comprar sales de Epsom orgánicas y dejar que tu hijo se sumerja en el agua durante 20-30 minutos. También puedes añadir unas gotas de aceites esenciales calmantes a la bañera si no encuentras un aroma específico o solo encuentras sales de baño sin aroma.
CONSEJO : Las sales de Epsom se absorben mejor al combinarlas con bicarbonato de sodio. Use ½ taza de bicarbonato de sodio por cada 2 tazas de sales de Epsom. El bicarbonato de sodio sin aluminio es el mejor.
4. Utilice aceites esenciales
La aromaterapia puede ser muy efectiva para relajar el cuerpo y calmar la mente. La mayoría de los aceites se pueden difundir, diluir y aplicar en el cuerpo, o añadir al baño de un niño. Tenga en cuenta que, para algunos niños con trastorno del procesamiento sensorial, esto puede tener el efecto contrario y abrumar sus sentidos. Algunos aceites también funcionan mejor para algunos niños, así que encontrar el adecuado para su hijo es clave.
Algunos aceites que son calmantes y promueven el sueño incluyen:
- Lavanda
- Manzanilla romana
- Valeriana
- Ylang Ylang
5. Dale un masaje a tu hijo
Los masajes pueden ayudar a relajar los músculos y también a liberar la sobrecarga sensorial del día. Si no sabe cómo dar un masaje adecuado o necesita consejos, consulte con el fisioterapeuta o terapeuta ocupacional de su hijo.
6. Observa la dieta de tu hijo
La cafeína (incluso hasta 6 horas antes de acostarse) puede afectar la capacidad de su hijo para conciliar el sueño. Si es posible, intente eliminar por completo las bebidas con cafeína de su dieta. Si esto no es posible, no le dé cafeína después de la 1 p. m. Entre los alimentos y bebidas con cafeína (y cafeína oculta) se incluyen:
- Refrescos y refrescos dietéticos
- Té (la infusión de hierbas es una excepción)
- Café o productos con sabor a café (incluso descafeinado)
- Chocolate
- Barras de proteína
- Barras de caramelo
El azúcar también puede interrumpir el sueño. Evalúe la cantidad de azúcar que consume su hijo antes de acostarse o en la cena cada noche. Esto incluye:
- Jugo
- Dulces y postres
- Leche y leche con chocolate
- Kétchup y condimentos
- Bebidas deportivas
- Té dulce
- ¡Casi TODO! Asegúrate de leer la etiqueta de todos tus alimentos envasados.
7. Tomar vitaminas por la mañana (excepto probióticos)
Aunque las vitaminas no causan hiperactividad, pueden dificultar el sueño nocturno. El proceso de metabolizar y absorber una gran dosis de vitaminas y minerales puede mantener el cuerpo activo. Cambie el régimen de vitaminas de su hijo a la mañana, a menos que se especifique lo contrario. Es mejor tomar los probióticos por la noche para que las bacterias tengan tiempo y el intestino descanse para colonizar.
8. Considere los suplementos
Si ha probado todas las recomendaciones anteriores y su hijo sigue teniendo problemas para conciliar el sueño, considere probar suplementos nutricionales. Evite los somníferos potentes e incluso el uso excesivo de melatonina. Algunos suplementos nutricionales que pueden ayudar a su hijo a relajarse antes de dormir incluyen:
- Melatonina
- Magnesio
- GABA
- 5 – HTP
- La mejor fórmula para el descanso
- Pura tranquilidad
- Inositol
- L-teanina
Siempre consulte con un profesional de la salud para obtener dosis y recomendaciones.
9. Prueba un despertador apto para niños
Algunos niños se despiertan en mitad de la noche porque no saben cuánto tiempo deben dormir. Usar un despertador puede ayudar a tu hijo a dormir en mitad de la noche y enseñarle cuándo es hora de despertarse.
10. Prueba una manta con peso
Se ha demostrado que las mantas con peso relajan a los niños con autismo y aumentan la producción de serotonina. Esta hormona puede calmar al niño y favorecer el descanso y el sueño.
NOTA : Asegúrese de obtener el peso adecuado para su hijo. Si necesita orientación, pida ayuda a su terapeuta ocupacional para calcularlo.
Horas de sueño recomendadas según la edad
