Probióticos para el autismo

Muchos niños con autismo experimentan problemas intestinales; de hecho, los niños con autismo tienen cuatro veces más probabilidades de presentar síntomas gastrointestinales que los niños sin autismo. Si bien existen varios factores que pueden causar esto, uno de los problemas clave es la disbiosis, que es un desequilibrio de las bacterias intestinales. El objetivo final del uso de probióticos para el autismo es establecer un intestino sano, y la base de un intestino sano reside en los alimentos que consumimos. Por lo tanto, si bien nos centraremos en los probióticos, es importante recordar que están diseñados para complementar una dieta saludable, rica en fibra y nutrientes. 

¿Qué son los probióticos?

Los probióticos son bacterias beneficiosas que favorecen la digestión, contribuyen a un sistema inmunitario fuerte y ayudan con problemas gastrointestinales. Los probióticos se nutren de fibra, llamada prebióticos, por lo que una dieta rica en fibra puede favorecer el crecimiento bacteriano saludable en el intestino.

El objetivo de los probióticos, o bacterias «buenas», es fomentar el crecimiento de bacterias saludables en el intestino, eliminando las bacterias dañinas y equilibrando las diferentes cepas bacterianas. Los probióticos se encuentran en alimentos como el yogur, el kéfir, la kombucha y alimentos fermentados como el chucrut y los pepinillos (solo algunos tipos específicos se fermentan). También se pueden obtener tomando un suplemento probiótico.

¿Cómo pueden ayudar los probióticos con el autismo?

La conexión entre el intestino y el cerebro

Algunas investigaciones indican que los microbios en el intestino podrían estar conectados al autismo, a través del  eje intestino-cerebro . Nuestro intestino está conectado al cerebro a través de una variedad de nervios y mensajeros químicos, como hormonas y neurotransmisores. Esos mensajes que pasan entre el intestino y el cerebro pueden verse afectados por las bacterias en el intestino, lo que significa que nuestras bacterias intestinales pueden tener un efecto positivo o negativo en el cerebro. En los niños con autismo, a menudo vemos cambios en el comportamiento, el habla y el sueño asociados con la función del eje intestino-cerebro comprometida debido a la mala salud intestinal. Los probióticos se pueden utilizar para establecer un equilibrio saludable de bacterias en el intestino, lo que conduce a una función saludable de esos mensajeros químicos que son vitales para la función del eje intestino-cerebro.


Intestino permeable

El intestino funciona como una barrera que contiene los alimentos, el agua y los nutrientes que ingerimos. Además, cuenta con una pared o revestimiento que impide que las bacterias y las toxinas entren en el torrente sanguíneo. En el intestino permeable, el revestimiento intestinal desarrolla pequeñas aberturas por las que las bacterias y las toxinas pueden filtrarse y causar estragos en el organismo. Existen muchas causas posibles del intestino permeable, como la sensibilidad al gluten, el consumo excesivo de azúcar, ciertos medicamentos y enfermedades, el estrés, el crecimiento excesivo de levaduras y la disbiosis. Los probióticos ayudan a corregir la disbiosis, o un desequilibrio bacteriano en el intestino.

¿Qué probióticos son mejores para el autismo?

Al buscar probióticos para el autismo, la investigación es bastante limitada. Muchos estudios han sido deficientemente diseñados, pero existe evidencia que demuestra que el Lactobacillus Acidophilus puede mejorar la concentración mental en niños con autismo. También existe abundante evidencia de que ciertos probióticos son beneficiosos para mejorar la salud intestinal en niños con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), común en niños con autismo. Cepas como L. rhamnosus GG, L. reuteri y bifidobacterium han sido útiles para lograr la salud intestinal en niños con EII. Saccharomyces boulardii es otro probiótico a considerar (aunque técnicamente es una levadura); se ha demostrado que ayuda con el TOC, un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), común en el autismo.

Dado que el intestino alberga miles de tipos de bacterias, y la clave para la salud intestinal reside en el equilibrio de nuestras bacterias intestinales, el factor más importante para encontrar un probiótico eficaz es elegir uno con una amplia variedad de cepas, incluidas las mencionadas anteriormente. La buena noticia es que casi todos los síntomas gastrointestinales que se han reportado como un problema en el TEA han mostrado una mejoría con probióticos (en estudios con animales). Entonces, ¿cómo elegir el probiótico adecuado para su hijo? Lo veremos a continuación.

6 cosas que debes buscar en un suplemento probiótico:

  1. Contienen al menos 10 mil millones de UFC (unidades formadoras de colonias). Dado que nuestro intestino contiene miles de millones o billones de bacterias vivas en todo momento, es importante complementar con dosis lo suficientemente altas como para que surtan efecto, especialmente si su hijo presenta síntomas gastrointestinales. Para empezar, intente consumir 10 mil millones o más.
  2. Contienen al menos 5 cepas de bacterias : como comentamos anteriormente, la clave con las bacterias intestinales es el equilibrio, por eso queremos una variedad de bacterias diferentes.
  3. Probado por terceros : es importante saber qué contiene su suplemento, por lo que las pruebas de terceros son vitales para garantizar que su probiótico esté activo y tenga las bacterias en las cantidades indicadas en el paquete.
  4. Cepas a tener en cuenta
    • Lactobacillus acidophilus, rhamnosus GG, reuteri
    • Saccharomyces boulardii
    • Bifidobacteria
  5. Libre de alérgenos : libre de gluten, lácteos, soja, maíz.
  6. Bono : Contiene prebióticos, que proporcionan fibra para que los probióticos se alimenten.

¿Son seguros los probióticos? ¿Tienen efectos secundarios?

La buena noticia es que los probióticos son seguros y tienen efectos secundarios mínimos. Los efectos secundarios más comunes incluyen gases e hinchazón, que suelen desaparecer tras unos días de uso. En raras ocasiones, los probióticos pueden causar una reacción alérgica, diarrea o infección.  

Los probióticos son una excelente herramienta para niños con autismo, especialmente para aquellos con síntomas gastrointestinales. Son fáciles de conseguir, seguros y eficaces. Para obtener una recomendación probiótica más personalizada, un análisis de heces puede ser una buena opción y ayuda a los médicos a analizar con mayor profundidad el estado del intestino y a ofrecer un plan más personalizado para mejorar la salud intestinal. Sea cual sea el camino que elija, asegurar que su hijo tenga una dieta saludable desde el principio marca una gran diferencia en su salud intestinal y en su salud general.   

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